El gato está en huelga - Capítulo 27
¡Le digo que soy vulnerable a estas cosas! ¡Debería avisarme antes! Reprimí con fuerza mi frustración y grité en silencio, pero incluso sin abrir los ojos, lo sabía. Sabía que la otra parte ni siquiera fingía escuchar.
— Tsk. Ni modo. La noche de luna llena, ven al lugar donde nos conocimos por primera vez. Entonces podremos hablar de nuevo.
—¿Waaah……?
¿Yo solo? Pregunté sin pensar, y Sepite levantó una ceja.
— ¿Entonces quieres venir con mi descendiente? ¿O con ese joven miedoso?
—…….
Eso no. Al final, no tuve más opción que asentir. Nunca había salido de la habitación por la noche, y solo de imaginarlo, ya me temblaban las piernas.
Será mejor que guarde mis preguntas para entonces. Justo cuando pensaba despedirme hasta la próxima vez, un comentario de Sepite me hizo surgir una duda repentina.
Abrí los ojos lentamente. Sus brazos habían desaparecido, y ahora le quedaba solo una pierna desvaneciéndose……
Pero parecía que había suficiente tiempo para una corta conversación. Tragué saliva con fuerza y pregunté:
—Meooow. ¿Nyaaak?
¿Por qué molestó a Ketir?
Todavía tengo muy presente esa cara tan impactante, tan intensa, que incluso dijo que ya no éramos amigos.
Sepite pareció reflexionar un momento y luego soltó un ‘Ah’ como si lo recordara. Giró la cabeza bruscamente y miró hacia atrás.
— ¿Te refieres a ese joven de allá?
Sí.
— Fue porque me pareció admirable. Admirable.
¿Admirable…? La razón era tan inesperada que no pude evitar abrir la boca.
— A juzgar por lo que vi, todos lo evitaban solo por una pequeña maldición, pero ese chico ni se inmutaba y cuidaba muy bien de mi descendiente, ¿no? Me cayó bien lo inteligente que es, así que quise bromear un poco con él.
Antes de que pudiera responder, él suspiró brevemente.
— Ah, ahora sí que se acabó el tiempo. La noche de luna llena. Más te vale venir, o te las verás conmigo.
Con esas palabras, desapareció como un espejismo… Murmuré en voz baja las palabras que no pude decirle en su momento.
‘No, anciano… ¿Qué fue eso?’
En ese corto tiempo, ya lo estaba llamando ‘anciano’.
Esto parecía más bien la típica historia del abuelo que le hace bromas suaves al nieto y se derrite al verlo llorar.
Una oleada de ternura me inundó.
‘Pobre Ketir……’
Si supiera por qué el fantasma lo estaba molestando, tal vez se desmayaría echando espuma por la boca. No de miedo, sino de pura rabia.
Dejé de lado la compasión por un momento y miré alrededor. El extraño silencio que cubría la habitación había desaparecido sin dejar rastro.
—Grrrrng.
Apenas me di cuenta de eso, escuché un gemido. Era Ketir hablando dormido.
Hace nada dormía profundamente sin moverse ni un centímetro, y ahora eso. Justo en el momento más oportuno. Casi irritantemente perfecto.
‘Parece poseído por un fantasma.’
Bueno, lo estuvo, de hecho. Solté una risa vacía al pensarlo distraídamente. Me froté la cara con ambas patas delanteras.
Ni siquiera había pasado una hora, y ya tenía demasiada información nueva. Sentía que la cabeza me iba a explotar.
‘Creo que no voy a poder dormir.’
Tal vez Justin se preocuparía, así que decidí al menos meterme en la cama. Me deslicé hasta pegarme a él.
Aunque seguían pasando mil pensamientos por mi cabeza, tener el calorcito de mi dueño al lado… me hacía sentir… algo mejor…….
Zzz.
ˏˋ꒰♡ ꒱´ˎ
Ries se estiró perezosamente sobre la cama y bostezó con la boca bien abierta. El sol ya estaba alto en el cielo, y sorprendentemente aún se sentía medio dormido.
…Sí, se había quedado dormido a lo grande.
El él del pasado que pensaba que no podría dormir por tantas preocupaciones, ahora parecía ridículo.
‘Ya no tengo que preocuparme por el sueño.’
Donde fuera, cuando fuera, y pasara lo que pasara, si solo apoyaba la cabeza, podía quedarse dormido. Eso era una bendición.
Se felicitó internamente por su cuerpo y se centró en disfrutar su tiempo libre.
El lugar elegido para hoy era justo el centro del escritorio de Justin. Un lugar perfecto para observar toda la habitación de un vistazo. Conocido, pero lleno de cosas nuevas.
La brisa que entraba suavemente por la ventana entreabierta, el flequillo de Justin meciéndose con el viento, los documentos apilados a un lado.
Cuando movía la cola y tocaba algunas de esas cosas, podía oír una suave risa desde arriba, y mi corazón latía con fuerza.
‘Qué paz.’
Pero justo entonces, alguien llamó a la puerta y entró, quebrando ese sentimiento. Era Ketir, con una montaña de documentos que ni con los brazos abiertos podía cargar.
‘Cierto.’
Recordé de inmediato la conversación de anoche.
Actualmente, Sepite estaba atrapado en la galería. Es decir, ya no había ningún fantasma molestándolo.
‘¿Debería decirle?’
¿Pero cómo?
Era un gato que no podía hablar. Así que solo quedaba salir a pasear y mostrarle que ya era seguro allá afuera…….
—…….
Me entristecí.
Me levanté y me arrastré tambaleando hasta los brazos de mi dueño. Apoyé la cara en su muslo y lo toqué con la patita.
Entonces Justin comenzó a acariciarme suavemente la cabeza con los dedos. Un dueño admirable, como siempre, que parecía entender todo lo que decía.
Y sin embargo.
‘No puedo ayudar.’
Soy un Myojok, pero ni siquiera puedo volver a mi forma humana. Y aunque dicen que hay forma de romper la maldición, no tengo idea de cómo.
Saber un poco a medias solo puede ser peligroso. De lo contrario, no me sentiría tan sin fuerzas ni tan deprimido.
—Prrr.
…Pero mi cuerpo reaccionaba sin dudar. Justin sabía exactamente dónde acariciar para complacerme.
Creo que estoy a punto de perder el control y empezar a ronronear. No quería convertirme en un gato que se retracta de su tristeza en menos de un minuto. Pero al final, Justin ganó.
Prrr…
El ronroneo vibraba sin parar desde lo profundo de mi garganta. Con la boca abierta disfrutando de la caricia, me di la vuelta lentamente.
‘También la pancita, porfa.’
Ese era el mensaje.
Aunque Justin aplicaba menos fuerza que cuando me acariciaba el lomo, era justo la adecuada. Tal vez por la experiencia acumulada, ya podía ajustar la presión sin tener que señalarle nada.
Uuuh. Qué bien se siente. Ya me estaba derritiendo como queso fundido, cuando de repente…
‘Espera.’
Ries recuperó la conciencia de golpe.
‘¡Soy un Myojok, no un simple gato!’
Aunque ahora no pudiera, quizás algún día volvería a su forma humana.
Empecé a levantar la cabeza lentamente. ¿Qué? La dignidad humana.
Había renunciado a ella, pensando que pasaría el resto de mi vida como gato, pero ahora gritaba
—¡No me olvides!
Hice memoria. Si tenía la misma edad que cuando era humano, entonces era un adulto hecho y derecho. ¿Y ese adulto, ronroneando… porque le acariciaron la panza……?
‘Ugh.’
Qué horror.
Ries se retorció lentamente. Lo siento, dueño. Pero para recuperar mi dignidad, necesito mantener algo de distancia…….
—¿Ries……?
—…….
Mi cuerpo se estremeció. Al mirar de reojo, vi los ojos de Justin a través de las rendijas de su máscara.
Esa mirada cargaba el mismo shock que si estuviera viendo a un gato declarando su independencia.
‘Uuugh.’
…No queda otra.
Estirándome como si bostezara, me acerqué rodando bajo su mano inmóvil en el aire.
—Nyaaang.
¿Y qué si a Justin le gusta? Ries tenía la obligación de pagarle a este dueño tan bueno que le daba comida, casa y cariño. No es que me guste… para nada…
Prrrrrrr.
‘Disfrútalo por ahora.’
No importa cuánto piense, no iba a encontrar una solución.
Así que lo único que podía hacer era esperar el día en que volviera a encontrarme con Sepite. Conseguir más pistas de él.
Entonces, si descubría cómo volver a ser humano, cómo romper la maldición…
Cuidaría de Justin. Aunque era cómodo estar tirado como gato, también sería bueno transformarse a veces en humano y conversar con él.
¡Objetivo: una vida felina cómoda!
ˏˋ꒰♡ ꒱´ˎ
Clack. ¡Rodó y cayó!
Una caña de pescar que colgaba precariamente del escritorio cayó al suelo sin previo aviso. Un artefacto tosco hecho de palo, hilo de lana y un pez de papel.
Justin lo había hecho a mano y me lo había regalado hace unas semanas. La razón, obvia. Seguro había leído en algún libro que a los gatos les encanta jugar a cazar.
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♥ Gracias ♥
Hola muchas gracias a todos por leer en Newcat ♥