El amo del primer piso de la torre - Capítulo 15

Capítulo 15: Una Pista

—Ughhh…

—Keughhh…

Los fantasmas que vagaban por el aire seguían poniendo de los nervios a Lee Shin. No serían una molestia si solo se movieran, pero además gritaban. Esos gritos intrusivos le hacían perder la concentración.

Aunque había pasado mucho tiempo desde que Lee Shin había obtenido el título de “El que conoce la muerte”, todavía no se había acostumbrado fácilmente a ese ruido, especialmente cuando intentaba concentrarse en su investigación.

— ¡Oye, viejo! ¡Deja de hacer tonterías! —Gritó Lee Shin, porque ese fantasma le estaba especialmente sacando de quicio ese día.

Sin embargo, sabía que a esas almas no les importaría.

No había muchas almas allí, pero aun así, eran suficientes. Y la mayoría flotaban en el aire gritando. No solo eran incapaces de oír a Lee Shin, sino que también parecían ignorar su existencia. Parecían tener una mente dividida, al igual que Gene Ebrium.

Había unos pocos que se encontraban en mejores condiciones: Warrie y May. Como no habían llegado a un estado de esquizofrenia, se les dio la oportunidad de convertirse en sus subordinados.

Lee Shin les había preguntado a May y Warrie, pero ninguno de los dos tenía el conocimiento del por qué las almas se comportaban de esa manera. No podían recordar su pasado, ni cómo terminaron en ese lugar.

Si ese era un lugar para atrapar a los derrotados por Dios, May y Warrie terminarón bien porque sus clases eran bajas.

Según May y Warrie, no tenían ningún recuerdo de los dioses, pero instintivamente sentían repulsión hacia ellos.

Lee Shin aún no podía estar seguro. Sin embargo, si sus suposiciones eran ciertas, pensó que podría convertirlos en aliados poderosos restaurando sus almas rotas.

La siguiente pregunta era: ¿cómo podría restaurarlas? Se le acababa de ocurrir algo, pero  decidió estudiarlo un poco más.

— ¿Eh? —Cuando Lee Shin levantó la vista tras un momento de reflexión, vio el alma de un anciano mirándolo fijamente.

Era el mismo alma que flotaba en el aire hacía unos segundos. Cuando Lee Shin abrió los ojos con sorpresa, la expresión facial del anciano cambió de forma extraña.

— ¿Puedes… verme…?

El anciano hablaba muy despacio. Parecía como si hubiera olvidado cómo hablar, tras no hacerlo en mucho tiempo. Se notaba que estaba tratando de recordar cómo hablaba en los viejos tiempos.

— Puedo ver fantasmas —Lee Shin trató de ocultar su sorpresa y respondió con calma.

— Oh… ya veo…

El anciano se mostró indiferente, a diferencia de Warrie y May.

— Mucha… gente… puede ver… fantasmas…

— ¿De verdad? ¿Hay muchas? —Preguntó Lee Shin.

— Sí, había… muchos… Es solo que… no puedo… recordar… muy bien.

— ¿Qué te pasó? —Preguntó de nuevo.

— No… puedo… recordar…

Lee Shin frunció el ceño ante las palabras del anciano. Su habilidad, “El que conoce la muerte”, no estaba funcionando. Pensó inicialmente que esta habilidad funcionaba con cualquiera que pudiera comunicarse con él. Al parecer, no era así.

— Hmm… ¿Cuál es la diferencia? —Lee Shin no conseguía averiguar qué condiciones había que cumplir.

Al menos, podía decir que este anciano era un alma completamente diferente a Warrie y May. A veces, este viejo fantasma parecía pertenecer a una clase alta, pero otras veces parecía insignificante.

— ¿Sabes algo sobre este lugar? —Preguntó Lee Shin.

— Este lugar… Este lugar es…

 — Ahhh…

De repente, el anciano dejó de hablar y gimió de dolor. Se agarró la cabeza. Parecía saber algo sobre este lugar, pero no podía decirlo.

— ¡Está bien! ¡No tienes que decirlo! —Lee Shin lo tranquilizó y los gemidos del anciano se fueron apagando poco a poco.

— Hay… Una guía… en este… lugar…

— ¿Hay una guía aquí? —preguntó Lee Shin.

Fue un comentario repentino. El anciano luchó por continuar con sus palabras.

— Para… llegar… al… siguiente… ah…

Frunció el ceño con dolor. Parecía que el anciano estaba aguantando el dolor de alguna manera para poder articular las palabras.

— Ya puedes parar —Solicitó Lee Shin.

Al anciano no le importó lo que dijo Lee Shin. Los ojos del anciano parecieron cambiar por un momento. Había ira, pérdida y determinación. Además, numerosas emociones parecían entrelazarse de forma compleja.

— Un… lugar… donde… el maná… se… disipa…

— Ahhh…

El anciano pronunció la última palabra y desapareció a través del suelo con el rostro distorsionado antes de que Lee Shin pudiera hacer nada al respecto.

Se preguntó si tal vez había un límite en la cantidad de información que el anciano podía revelar.

Lee Shin había vivido experiencias similares varias veces en su vida anterior, por lo que podía predecir en cierta medida por qué el alma del anciano se había convertido en eso. Ahora, la pregunta era por qué el anciano tenía esa expresión en el rostro.

No podía dejar de pensar en la expresión que había visto en el rostro del anciano. Parecía que algo le había indignado. Podría tratarse de ira hacia los dioses.

Pensó en las palabras que había mencionado el anciano. Se preguntaba qué quería decir sobre la guía, sobre seguir adelante y sobre el lugar donde se disipaba el maná. ¿Estaba el anciano sugiriendo una forma de subir al siguiente piso? ¿O estaba tratando de decirle a Lee Shin algo más? Sentía curiosidad por saber si el anciano sabía algo sobre él. Parecía que el anciano quería darle alguna información útil.

Cuando hablaba con los retadores del Undermost, Lee Shin daba a entender que sabía cómo pasar al siguiente piso. Sin embargo, no sabía nada. Era solo su forma de motivarlos para que se hicieran fuertes y, a cambio, obtener puntos de ellos.

— El lugar donde se disipa el maná… —Lee Shin aún no había encontrado tal lugar en el primer piso.

De hecho, no había forma de que pudiera ir más allá del acantilado.

* * *

El tiempo pasó volando, y el primer piso y la gente del Undermost disfrutaban de unos días tranquilos.

— ¡Lo sé! Me estás diciendo que te derrotó Kim Kang-Chun. ¿Escuché bien? —Reprende Lee Shin a Warrie.

— No fue… En realidad no perdí… —Warrie se frotaba la cabeza sin parar, como si estuviera sudando, aunque su cráneo no tenía glándulas sudoríparas.

Warrie le daba excusas desesperadas a Lee Shin.

— Quiero decir… cambié mis huesos al nivel más bajo… Quiero decir… hubo una petición del Undermost… Kim Kang-Chun lo sabía, así que utilizó un truco en… —Explica Warrie.

— … ¿Y al final perdiste? —Le vuelve a reprender Lee Shin.

— … Sí —Warrie baja la cabeza y sus gruesos huesos temblaron.

— Tsk. No puedo creer que te hayan derrotado esos niños. Esto es vergonzoso —Continua Lee Shin.

— ¡Eres patético! ¿Cómo puedes llamarte subordinado del maestro? —Lillian se subie a la cabeza de Warrie desde el hombro de Lee Shin y le golpea el cráneo con el pie.

— Lo siento, todavía no soy lo suficientemente bueno… —Respondie Warrie en voz baja.

— No, es culpa mía. Fui demasiado complaciente. Pensé que no te derrotarían en ningún sitio. Pero supongo que no fue así. Fui estúpido.

¡Puck! ¡Puck! ¡Puck! ¡Puck!

De repente, Lee Shin se reprochó a sí mismo y empezó a golpearse la cabeza. Y cuando Warrie vio eso, sus ojos se crisparon como si se hubiera encontrado de frente con un tifón. A Warrie le castañeteaban los dientes, ya que no sabía qué hacer. Estaba sumido en un profundo miedo.

Su maestro se estaba haciendo daño ante sus ojos. Warrie se preguntó si Lee Shin se estaba golpeando porque realmente pensaba que era culpa suya.

Por muy insensible que fuera Warrie, podía entender lo que Lee Shin intentaba comunicarle con sus acciones. El cuerpo de Warrie temblaba como un álamo y baja la cabeza como si fuera a clavarla en el suelo.

— ¡P-p-p-perdón, maestro! ¡Todo es culpa mía! ¡Por favor…! —Tartamudea Warrie con miedo.

— No, no es culpa tuya. Es porque soy estúpido. ¡Qué idiota! —Lee Shin siguió golpeándose a sí mismo.

¡Puck!

— ¿Cómo puedes llamarte Gran Mago? —Lee Shin se enfadaba consigo mismo.

¡Puck!

— ¿Tu cabeza es solo una decoración o qué? —Se grita con enfado.

¡Puck!

— Maestro, p-p-por favor, pare… —Warrie temblaba de miedo.

— ¿Cómo has debilitado a Warrie hasta el punto de que ha sido derrotado por los novatos que ni siquiera han pasado del primer piso? —Lee Shin se golpea constantemente.

¡Puck! ¡Puck! ¡Puck!

— Por favor… —Warrie estaba a punto de llorar.

Crujido-

— Maestro, aquí están los documentos que usted… —Cuando May abrió la puerta con los documentos que Lee Shin le había pedido, no podía creer lo que veía.

Whuuush-

Las manos de May perdieron fuerza y, sin darse cuenta, dejó caer todos los documentos al suelo. Estaba tan conmocionado que ni siquiera se dio cuenta de que los había dejado caer.

May, con su inteligencia, intentó comprender lo que estaba pasando. Al momento siguiente, se dio cuenta de que Warrie se inclinaba como si estuviera a punto de clavarse en el suelo.

— Ah, ese idiota… ¿Qué demonios ha hecho? —May se dio cuenta de que Warrie había hecho algo malo.

Mientras tanto, Lee Shin continuaba culpandose y golpeándose la cabeza.

— ¡Qué tonto! —Continua Lee Shin.

¡Puck! ¡Puck! ¡Puck!

— ¡M-Maestro! —Gritó May apresuradamente, y solo entonces Lee Shin dejó de golpearse y miró a May.

— ¡Los d-d-d-documentos están…! —Tartamudea Lee Shin.

May había llamado a Lee Shin con la esperanza de arreglar las cosas, pero al darse cuenta de que los papeles estaban esparcidos por el suelo, May sintió un dolor agudo en el cráneo.

— Eh… Eh… Esto es… —May sabía que algo iba mal.

— Ah, ya veo… Como tú trajiste los documentos, ¿quieres que los recoja yo mismo y los lea? ¿Es eso? —Pregunta Lee Shin aún más molesto.

— No, no es eso… —Responde May.

— Bueno, ¿cómo puede un maestro que ni siquiera es capaz de educar adecuadamente a su subordinado discutir sobre eso? Si tú lo dices, los recogeré yo mismo. Siento que tengas un maestro como yo. —La voz de Lee Shin era tranquila y relajada.

A pesar de la calma de Lee Shin, los Esqueletos podían deducir por sus palabras que estaba siendo frío, incluso más frío que el aliento helado del Pájaro de Hielo. El cuerpo de May se congeló y el de Warrie se tensó cuando levantó la cabeza y vio lo mal que se estaban tornando las cosas.

Warrie abrió ligeramente la boca, sorprendido. Warrie observó cómo recogían los documentos. Se volvió para mirar a May y parecía como si de sus ojos salieran rayos láser. May finalmente sintió la mirada de Warrie y le devolvió la mirada.

— ¡Idiota! ¿Por qué empeoras aún más las cosas? —Reclama Warrie.

— Tú empezaste, idiota. —Contrasta May

.

— ¿Ah, sí? ¿Quieres pelear? Lo único que puedes hacer es mover tu varita desde atrás. —Se burla Warrie.

— Eres tan ignorante. ¡Tienes músculos grandes, pero un cerebro pequeño! —Continua May.

— Y tú eres tan débil que ni siquiera puedes levantar un trozo de papel correctamente. Mira lo que has hecho. —Ataca Warrie.

— ¡Ja! ¿Cómo puedes ser tan tonto como para poner huesos de esqueleto de rango inferior en tu cuerpo y dejar que te derroten esos niños de Undermost? —Respondió May.

— ¿Qué has dicho? —Cuestiona Warrie.

Los dos no se hablaban, solo discutian con la mirada.

— ¡Ambos vayanse al infierno! —El repentino sonido de la voz enfadada de Lee Shin los hizo saltar a los dos.

—¡Ihhhh!

— ¡Agh!

— ¿Qué están haciendo ustedes dos? —Preguntó Lee Shin.

— N-n-n-nada.

— ¡Nada!

— ¿Qué quieren decir con “nada”? Puedo ver claramente que ustedes dos están cuchicheando a espaldas de su maestro con la mirada. —Lillian volvió de repente a ser ella misma y se rió en su silla, como si la situación le resultara divertida.

— ¿D-d-d-de qué estás hablando? ¡No puede ser!

— No, es solo que este tipo…

— Vale, supongo que últimamente no les he prestado mucha atención. Les haré cambiar para que no anden por ahí siendo derrotados ni tirando papeles al suelo —Clama Lee Shin.

Wary y May se miraron con recelo, recordando las pesadillas de su pasado reciente. Y bajaron la cabeza ante las palabras de Lee Shin.

— Está bien.

— Daré lo mejor de mi.

Así, sin más, se abrió la puerta del infierno para May y Warrie.

* * *

Desde que se abrió la Puerta Dimensional, la comunidad de la torre estaba más activa que nunca. Los retadores que salían de la torre escuchaban noticias de la Tierra y se las contaban a los retadores que estaban dentro de la torre cuando volvían.

└ ¿Era cierto que los retadores del primer piso estaban bloqueados por el jefe?

└ Espera, ¿cómo es que ese debilucho se ha vuelto tan fuerte de repente?

└ ¿Cómo esperas que ganen esos chicos que acaban de llegar al primer piso si incluso Cha Yu-min fue derrotado?

└ Cha Yu-min debe haber sido penalizado. ¿De verdad crees que dejarían que el retador del piso 80 usara todo su poder en el primer piso?

└ Eso también es cierto. Por cierto, ¿el primer piso realmente se romperá en un año?

└ Si Cha Yu-min lo ha dicho, creo que tiene razón. Es Cha Yu-min.

└ Está bien, pero ¿eso significa que no tendremos nuevos reclutas durante un tiempo? Ah… Creo que este año me centraré en entrenar.

└ Pero también he oído a Cha Yu-min decir que Corea pronto se convertirá en la primera del ranking. ¿Es eso cierto?

└ ¿Por qué ha dicho eso? ¿Cuál es el motivo? Normalmente no dice cosas así. No tiene ese tipo de personalidad.

└ ¿Quién sabe? No le dijo a nadie el motivo. La academia afirmó que probablemente esté relacionado con el primer piso.

└ ¡A quién le importa la academia! Nosotros conocemos mejor la torre. ¿Cómo pueden saber algo estudiando en la Tierra?

└ ¡No los necesito! ¡Que alguien haga algo con el juego nacional! ¡Corea está arruinada!

└ Maldita sea, los japoneses siguen buscando pelea porque creen que es el mejor momento. ¡Se están volviendo locos! ¡Esos tipos estaban por debajo de nosotros hasta el año pasado!

└ ¡Cha Yu-Min! ¿Estás aquí? ¡Por favor, sal y di algo!

└ Cha Yu-Min es conocido por no participar activamente en la comunidad. Si tienes tiempo, sube a la torre.

Los retadores de cada piso lanzaron sus propias ideas sobre el primer piso e hicieron todo tipo de especulaciones. Y les llevó meses confirmarlas.

* * *

Lee Shin permaneció en su laboratorio durante casi un mes. Solo se le entregaban los productos de primera necesidad a través de May, y se prohibió la entrada a todos los demás.

— ¿Está bien el maestro? —Pregunta Warrie.

— Si fuera tú, me preocuparía por mí mismo antes que por el maestro. Si no tienes un logro claro antes de que él salga, tendrás que continuar con el entrenamiento infernal otra vez.  —Explica May.

— ¡No vuelvas a decir eso! No quiero volver a pasar por el dolor de estar en la lista de operaciones del maestro… —Warrie fue interrumpido.

¡Paf!

En ese momento, la puerta del laboratorio de Lee Shin se abrió como si hubiera explotado, y Lee Shin, con aspecto desaliñado, salió disparado.

— ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! —Grita Lee Shin.

Sorprendidos por la escena, May y Warrie le preguntaron.

— ¿Qué quiere decir?

— No puede ser…

— Sí, lo encontré. Encontré una forma de escapar del primer piso. —Lee Shin mira a los dos, sonriendo triunfalmente.

Traductor: Aku

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